Sunday, May 28, 2023

SOBRE EXPRESIONES DE GÉNEROS E IDENTIDADES SEXUALES

INTRODUCCIÓN

El día 28 de febrero de 2023, se publico en el Boletín Oficial del Estado español, la: "Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI".

Un texto de ley cuyo preámbulo estipula:

"El objetivo de la presente ley es desarrollar y garantizar los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (en adelante, LGTBI) erradicando las situaciones de discriminación, para asegurar que en España se pueda vivir la orientación sexual, la identidad sexual, la expresión de género, las características sexuales y la diversidad familiar con plena libertad."

He aquí un acontecimiento que sirve de pretexto para ampliar y profundizar nuestras reflexiones sobre un tema que tratamos en un texto anterior titulado: Sobre las relaciones sexuales, en el que pusimos en relieve la diversidad y legitimidad de cada una de las mismas.

Nadie ignora las numerosas polémicas que el tema, abordado por esta ley, suscita en el seno de todas las sociedades humanas. La resolución de estas polémicas lleva a la aplicación, en cada sociedad, de medidas muy dispares que tienen consecuencias directas sobre la vida cotidiana de las personas pertenecientes a los que se suelen llamar los colectivos LGTBI. 

Asistimos a la promulgación de leyes muy restrictivas en numerosos países, criminalizando o marginalizando estos colectivos en algunos de ellos. Al contrario, en otros países, principalmente en los países occidentales liderados por las naciones anglo-sajonas, se aprueban leyes calificadas de progresistas y que tienden a satisfacer los reclamos más o menos radicales de estos colectivos.

Siendo la totalidad de las sociedades del mundo destinada a converger en la única sociedad planetaria actualmente en construcción, nos parece imprescindible tratar de exponer y de esclarecer cuales son los significados profundos de los principales conceptos que se utilizan para referirse a este asunto, con la finalidad de llegar a un consenso universalmente aceptable y por tanto potencialmente compartido, sobre la realidad de las personas LGTBI.

 


GÉNEROS FISIOLÓGICOS y GÉNEROS SEXUALES

En un primer momento conviene dejar clara la diferencia existente entre la noción de género fisiológico y la de género sexual. 

Para la mayoría de las personas parece evidente que solo existen 2 géneros fisiológicos: el masculino y el femenino. Sin embargo esta afirmación no es del todo cierta ya que alrededor del 1% de la población mundial no presenta género fisiológico definido al nacer. Se trata de una rara excepción, que se suele definir como intersexualidad y que puede, en ocasiones, considerarse como un tercer género fisiológico.

En lo que se refiere a los géneros sexuales, la extrema diversidad de las practicas sexuales individuales existentes entre dos o varias personas, puede enmarcarse en 3 géneros:  heterosexualhomosexual bisexual. Por supuesto estos tres géneros son aplicables a cada uno de los dos géneros fisiológicos dominantes, siendo el género heterosexual el mayoritario para ambos. 

Así, al género sexual homosexual pertenecen las lesbianas, de género fisiológico femenino y los gais, de género fisiológico masculino

Las personas bisexuales, por su parte, proceden tanto del género fisiológico masculino como del género fisiológico femenino.

 


EL CASO DE LAS PERSONAS TRANS

Cuando se habla de personas trans, conviene distinguir entre mujeres trans y hombres trans. Una mujer trans pertenece, por nacimiento, al género fisiológico masculino. Un hombre trans pertenece, por nacimiento, al género fisiológico femenino. Por tanto y a pesar de la discrepancia al respecto de los colectivos trans más "radicales", ambos pertenecen  al género sexual homosexual o bien, aunque mucho más raramente, al genero sexual bisexual. 

Sin embargo, las personas trans son lo que son, en razón de una alteración de la apariencia de su género fisiológico. Esta alteración, esencialmente propiciada por el uso de la bioquímica, de la cirugía y de todas las practicas relacionadas con la estética corporal, es consecuencia de una voluntad psicológica de rechazo hacia el genero fisiológico al que pertenecen, por nacimiento, estas personas.

Este hecho es el desencadenante de serias confusiones, omnipresentes en el debate suscitado por estas cuestiones. En efecto, muchas personas trans, respaldadas por la propia ley española, consideran que al proceder a la alteración de su género fisiológico, se equiparan, social y políticamente, a las personas pertenecientes, por nacimiento, a su nuevo género de adopción. En consecuencia, desde el punto de vista de los géneros sexuales, esta consideración les lleva a auto-situarse fuera del género homosexual para incorporarse plenamente al género heterosexual; lo que, para el común de los mortales, no deja de ser sin embargo una evidente paradoja cuando no una simple falsedad. 

En efecto esta consideración corresponde a una interpretación equivocada de la realidad, elaborada bajo el prisma de una construcción psicológica parcial y por tanto intelectualmente deficiente, con graves consecuencias. De ella surgen, por ejemplo, las divergencias aparecidas dentro del movimiento feminista, con colectivos que señalan acertadamente que "ser mujer no es un sentimiento". En otros ámbitos, se rechaza la incorporación de las mujeres trans en las competiciones deportivas femeninas, o en cuanto al boxeo, algunas autoridades están planteando la necesidad de creación de unas nuevas categorías: los trans.

Y es que, por más que le pese a algunos actores políticos, en toda lógica, una mujer trans no es una mujer sino, en todo caso, una trans, y un hombre trans no es un hombre sino, en todo caso, un trans. Estas afirmaciones, que las propias leyes "progresistas" desmienten, parecen sin embargo incontestables desde el punto de vista fisiológico, epistemológico y racional.  En el plano de la identidad sexual, estas afirmaciones nos remiten directamente al ámbito psicológico privado de las personas, que es donde se sitúa el origen de la naturaleza de su deseo sexual y por lo tanto donde se define, inevitablemente, su incorporación, o no, a un género sexual determinado.

 


DESEO SEXUAL y EXPRESIÓN DE GÉNERO 

El deseo sexual nace de manera espontanea dentro de un proceso psicológico más o menos complejo, propio de cada persona. La atracción sexual depende de muchos factores entre los que destacan la importancia de los cinco sentidos y en primer lugar el de la vista. Este hecho queda todavía más patente en unas sociedades donde las nuevas tecnologías y las redes sociales constituyen el principal modo operativo de las relaciones interpersonales. En este contexto, la visión de la imagen de otra persona provoca la atracción primera y son, a continuación, los demás sentidos los que agudizan, o no, el deseo sexual.

La existencia y la expresión del deseo sexual de una persona hacia otra, están determinadas por la configuración psicológica que rige la identidad sexual de esta persona. Una persona cuya identidad sexual es heterosexual solo experimenta deseo sexual hacia las personas perteneciente al otro género fisiológico; masculino hacia femenino y recíprocamente, femenino hacia masculino. Si este deseo se aplica también, en determinadas ocasiones, a personas pertenecientes al mismo género fisiológico, entonces la persona que lo experimenta acredita una identidad sexual  perteneciente al género bisexual. En ambos casos el deseo puede aplicarse a personas pertenecientes a cualquier género sexual, de ambos género fisiológico para una persona bisexual y de otro género fisiológico, en caso de una persona heterosexual.

Al género homosexual pertenecen las lesbianas, los gais y, como hemos visto, los trans. Las personas pertenecientes a estas tres especies del género homosexual, experimentan deseos sexuales exclusivamente hacia personas pertenecientes a su mismo género fisiológico pero no forzosamente, y he aquí un punto muy relevante,  a su mismo género sexual.

Y es así que esta atracción y este deseo primero, en el caso de las personas homosexuales, pueden ejercerse también hacia personas de su mismo género fisiológico pero heterosexuales. De la misma manera, una persona heterosexual puede sentir deseo sexual hacia otra persona, de otro género fisiológico, pero homosexual. 

Teniendo en cuenta que la satisfacción de cualquier deseo sexual, es decir la materialización de una relación sexual efectiva, implica (so pena de constituir un flagrante delito de abuso y de violacion), una reciprocidad, un deseo compartido por las personas implicadas en la misma, todas las personas pueden verse, en algún momento, incapacitadas para satisfacer su deseo, sobre todo cuando aquel se dirige hacia personas que no comparten su mismo género sexual.

 


TRANSEXUALIDAD y TRAVESTISMO

Con esta incapacidad y la frustración que de ella se deriva, surge un problema mayor que, en un primer momento y a lo largo de la historia de la humanidad, ha dado lugar entre los homosexuales, al fenómeno del travestismo. Y se puede lógicamente considerar que las personas trans son, en la actualidad, el mayor exponente de este fenómeno, como resultado de una evolución facilitada por los avances del conocimiento científico, principalmente en los campos de la bioquímica y de la cirugía.

Sin embargo, muchas personas trans se resisten a admitir la vinculación de su voluntad de alteración de su género fisiológico, con el fenómeno del travestismo. Prefieren hablar exclusivamente de una voluntad soberana de corrección de la naturaleza, para adecuarla a la realidad de su sentir, de sus emociones y de sus sentimientos.

Nuevamente, esta afirmación, aunque socialmente respetable y respaldada políticamente, no se ajusta ni objetiva ni integralmente a la realidad. No aporta nada de determinante que permita negar que la transexualidad se inscribe, de hecho, en la tradición del fenómeno del travestismo. Y es imprescindible reconocer que en el plano sexual este fenómeno, obedece en gran medida a un objetivo muy claro: atraer la atención, suscitar una reciprocidad del deseo, en personas perteneciente a otro género sexual como, en este caso preciso, al género heterosexual. Esta es una realidad difícilmente rebatible, constatable en la vida cotidiana de todas las personas trans y que se complementa, naturalmente, con la satisfacción de sentirse en mayor armonía con sus estados psicológicos particulares. 

Se entiende además que esta solución es quizás el único modo un tanto eficaz, capaz de brindar a una persona del género homosexual la posibilidad de mantener una relación sexual con una persona heterosexual por la que siente deseo, ampliando de este modo las oportunidades de relaciones, en sociedades compuestas mayoritariamente por personas heterosexuales. Claro está, que esta posibilidad dependerá siempre de la disposición de estas últimas personas, a renunciar, bajo el efecto de un eventual repentino deseo, a su identidad heterosexual para deslizarse, de hecho, hacia al género bisexual. 

Y si bien los géneros fisiológicos, siendo lo que son en todas partes, son difícilmente mudables, los hechos demuestran sin embargo que los géneros sexuales, siempre determinados por la construcción psicológica de las personas y la aparición aleatoria de los deseos, lo son con algo más de facilidad.

Por lo tanto, al abordar el tema de "la garantía de los derechos de las personas LGTBI", conviene enmarcar esta garantía en los aspectos más estables de la expresión de género de las personas y no establecerla, como lo hace la ley española, sobre conceptos e interpretaciones sujetos a variaciones.

 


IDENTIDAD SEXUAL y DERECHOS SOCIO-POLÍTICOS

En un primer momento parece útil recordar que el conjunto de los colectivos agrupados bajo el término de LGTBI, constituyen una minoría en todas las sociedades del planeta.

El hecho de que las prácticas sexuales de las personas pertenecientes a estos colectivos sean condenadas e incluso criminalizadas en determinadas sociedades, impide tener unos datos fiables respecto al porcentaje efectivo de población mundial que representan. Sin embargo se estima un porcentaje medio de un 10% para el conjunto LGTBI y de alrededor de un 1 % para las personas trans. 

Estos datos no hacen más que confirmar la preponderancia aplastante del género sexual heterosexual, una realidad al fin de cuentas bastante obvia, si advertimos que el fundamento natural de las relaciones sexuales está orientado, por definición, a la reproducción de la especie. Y precisamente, el hecho de que las practicas sexuales de las personas LGTBI no están enfocada hacia este propósito, es, culturalmente hablando, el principal causante del rechazo y de la marginación que estos colectivos padecen.

Sin embargo el carácter minoritario de la población LGTBI y el rechazo persistente que recibe en amplios sectores de todas las sociedades, hace imprescindible la necesidad de garantizar el pleno ejercicio de sus derechos sociales y políticos.

Pero en el caso de las personas trans, no parece muy acertado pretender lograrlo autorizando un cambio de registro administrativo (conocido como "cambio de sexo") que supone de hecho el reconocimiento de una alteración gratuita de su género fisiológico de nacimiento, siguiendo la lógica un tanto perversa del travestismo

Se me antoja que sería mucho más coherente y conveniente, a todos los efectos, haber creado para estos casos dos nuevos epígrafes: trans masculino y trans femenino, como plantean hacerlo, por ejemplo, las instituciones que rigen las competiciones de boxeo.

Las razones son muchas y la primera de todas reside en la necesidad de adecuar las leyes a la realidad, empleando en su formulación unas palabras que, como señala, entre otras, la tradición filosófica taoísta, "hayan demostrado su eficacia", si se pretende asegurar que "la ley pueda ser cumplida verdaderamente".

Y en este caso, la realidad se describe eficazmente diciendo que hay personas masculinas, personas femeninas, personas intersexuales  y personas trans. Hacerlo de otro modo, como lo hace la ley española y en mayor o menor medidas todas las leyes calificadas de "progresistas", es de hecho, disimular la existencia de las personas trans, contribuir a invisibilisar su singularidad y a la postre fomentar la desigualdad de género

Puede que este intento, de simplificar los datos registrales de la administración, haya parecido oportuno a los responsables políticos que impulsaron estas leyes, para dar satisfacción a los reclamos de algunos colectivos LGTBI. Pero me temo que en ningún caso este enfoque podrá suscitar el necesario consenso que la normalización de los derechos de las personas LGTBI requiere, al nivel planetario. 

Y es que además, paradójicamente, con estas leyes, las personas trans se convierten en ciudadanos de segunda en el imaginario colectivo; en efecto, para una mayoría de las personas, una mujer trans se convierte, inevitablemente, en "mujer de segunda" y un hombre trans en "hombre de segunda".

 

UN NECESARIO CAMBIO DE ENFOQUE

Todas las estadísticas demuestran a la clara que, en los países donde se han proclamadas leyes "progresistas" en favor de los colectivos LGTBI, ha aumentado la homofobia, incluidas las agresiones homofóbicas y transfóbicas. 

En paralelo, en los países donde la ley castiga o criminaliza las prácticas sexuales LGTBI, se ha endurecido la legislación y se ha recrudecido la represión.

Sin embargo, como sucede con el feminismo y su centenaria lucha por la igualdad, el debate sobre estos temas está abierto y a la orden del día en todas las sociedades del planeta. Por tanto la correcta resolución de este debate depende en gran medida de la correcta exposición de los términos de la controversia.

Más allá del ámbito LGTBI esta controversia se sitúa evidentemente en el terreno de la reivindicación de la libertad individual y de la igualdad colectiva respetuosa de  la diversidad. De la misma manera que se camina para admitir como UNIVERSAL la IGUALDAD ABSOLUTA entre hombre y mujer, a todos los niveles de la vida política y social de las personas, que el feminismo reclama, se debe de admitir como tal esta misma IGUALDAD entre todas las personas, sean cual sean su nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, como pueden ser sus prácticas sexuales

En esa lucha por la libertad y la igualdad de todas las personas que integran la humanidad, hay que vencer muchísimos prejuicios. Todas las culturas fomentan y arrastran en mayor o menor medida estos prejuicios, en razón de sus particulares pretensiones universalistas que las hacen considerarse, cada una, como superiores a las demás, derivando esa idea entre sus respectivos miembros, en actitudes altaneras, irrespetuosas y a menudo intolerantes.

Es bien sabido que estos prejuicios están siendo vehiculados en muchas partes por los voceros de las diversas tradiciones religiosas cuyos miembros lideran la condena a las prácticas LGTBI. Pero es el caso también de la cultura occidental "liberal" o "progresista" que pretende imponer, en el tema de los colectivos LGTBI, como en otros muchos, una doctrina que, en ciertos aspectos, choca frontalmente con el sentido común más elemental

La ley española proclama: "El derecho al cambio registral de la mención al sexo se basa en el principio de libre desarrollo de la personalidad (artículo 10.1 de la Constitución) y constituye igualmente una proyección del derecho fundamental a la intimidad personal consagrado en artículo 18.1 de la Constitución. A este respecto, el Tribunal Constitucional, en su STC 99/2019, de 18 de julio, estableció que «con ello está permitiendo a la persona adoptar decisiones con eficacia jurídica sobre su identidad. La propia identidad, dentro de la cual se inscriben aspectos como el nombre y el sexo, es una cualidad principal de la persona humana. Establecer la propia identidad no es un acto más de la persona, sino una decisión vital, en el sentido que coloca al sujeto en posición de poder desenvolver su propia personalidad». Pero con este razonamiento se concede al  "principio de libre desarrollo de la personalidad" el derecho a proceder a una negación de la realidad, la de haber nacido con los atributos de un determinado género fisiológico. Se pretende además dotar así las personas con "eficacia jurídica sobre su identidad". ¿Eficacia jurídica para negar y tergiversar la realidad, es decir para negar lo que es un hecho irrefutable? ¿Qué eficacia jurídica puede tener hacer de lo blanco negro para evitar de tomar en consideración la existencia del gris? 

Es por tanto del todo improbable que esta evidente falsedad, en la que incurre la doctrina del "cambio de sexo" registral, llevando, en toda lógica, a excluir del género homosexual a las personas trans, pueda ser asumida sin más por la sociedad planetaria. 

Querer a toda costa imponer tal enfoque no hace y no hará más, que intensificar un  importante rechazo entre la población, que más allá de las personas trans, se extiende a todo el colectivo LGTBI como, desgraciadamente, demuestran universalmente las estadísticas sobre homofobia. 

Tampoco ayuda la voluntad política de imponer, en determinados ámbitos, el uso obligatorio de los símbolos LGTBI. Allí están, por ejemplo, las polémicas surgidas al respecto en el último mundial de fútbol de Catar 2022. Tales imposiciones no son respetuosas de la libertad individual, al obligar una persona a lucir un símbolo que pertenece a unos determinados colectivos, bajo el pretexto de darles "visibilidad", con los que uno puede empatizar pero a los que no pertenece. Se trata claramente de un abuso de autoridad que contraviene el principio de igualdad. Y es que las instituciones tienen el deber de abstenerse, en todo lo posible, del uso de símbolos pertenecientes a colectivos particulares, tanto sexuales como religiosos, deportivos o de cualquier otro índole.

Tales actuaciones están abocadas inevitablemente a generar rechazo y tienen por tanto un resultado contraproducente que es del todo necesario evitar. No son factores de inclusión sino que, al contrario, contribuyen a perpetuar la marginación y la vulnerabilidad de los colectivos LGTBI. 

 


EN RESUMIDA CUENTA

Aquí están las definiciones expuestas en la ley española y lo que añadimos al respecto:

g) Intersexualidad: La condición de aquellas personas nacidas con unas características biológicas, anatómicas o fisiológicas, una anatomía sexual, unos órganos reproductivos o un patrón cromosómico que no se corresponden con las nociones socialmente establecidas de los cuerpos masculinos o femeninos.

AÑADIMOS: En determinados casos puede considerarse como un tercer género fisiológico de carácter transitorio, hasta que la persona pueda decantarse libremente hacía un género sexual definido.

h) Orientación sexual: Atracción física, sexual o afectiva hacia una persona.

La orientación sexual puede ser heterosexual, cuando se siente atracción física, sexual o afectiva únicamente hacia personas de distinto sexo; homosexual, cuando se siente atracción física, sexual o afectiva únicamente hacia personas del mismo sexo; o bisexual, cuando se siente atracción física, sexual o afectiva hacia personas de diferentes sexos, no necesariamente al mismo tiempo, de la misma manera, en el mismo grado ni con la misma intensidad.

Las personas homosexuales pueden ser gais, si son hombres, o lesbianas, si son mujeres.

AÑADIMOS: La orientación sexual define el género sexual de la persona y por tanto también se debe de incluir entre los homosexuales a las personas trans, ya  que su atracción física, sexual y afectiva está dirigida hacia personas que pertenecen a su mismo género fisiológico.

i) Identidad sexual: Vivencia interna e individual del sexo tal y como cada persona la siente y autodefine, pudiendo o no corresponder con el sexo asignado al nacer. 

AÑADIMOS: Este sentimiento y esta auto-definición no invalidan la realidad del género fisiológico al que la persona pertenece por nacimiento, ni limitan la posibilidad de elección identitaria a una de las dos opciones mayoritaria, masculina o femenina.

j) Expresión de género: Manifestación que cada persona hace de su identidad sexual

AÑADIMOS: En conformidad con la realidad, conviene añadir, a las dos opciones de expresiones de géneros fisiológicos dominante, masculino y femenino, el género transitorio intersexual y el género artificial transexual.

k) Persona trans: Persona cuya identidad sexual no se corresponde con el sexo asignado al nacer. 

     AÑADIMOS: Esta disconformidad con "el sexo asignado al nacer", lleva a la aparición de un nuevo género, el género transexual, distinto de los dos géneros fisiológicos mayoritarios y del género minoritario, y dotado con dos especies definidas: mujeres trans y hombres trans.

 

La garantía de los derechos de las personas perteneciente a los colectivos LGTBI debe de inscribirse en el marco del reconocimiento de la diversidad que caracteriza al género humano en toda la extensión del planeta y debe de ajustarse escrupulosamente a la realidad, rechazando toda interpretación viciada de la misma, haciendo uso de valoraciones psicológicas particulares y parciales. 

En este marco, todo individuo goza de libertad para ser quien es, siempre que el ejercicio de esta libertad no supone la coerción de la libertad de otro. Hombres, mujeres, intersexuales y trans tienen todos los mismos derechos y deberes, sean cuales sean sus orígenes, sus prácticas culturales, sexuales, religiosas o de cualquier índole, siempre que estas prácticas no supongan imponer las propias a los que no las comparten. 

En el ámbito político, de organización y consecuente regulación de la vida pública, la armonización de la coexistencia pacífica de todos los individuos que componen la población mundial, exige un enfoque institucional estrictamente realista, equilibrado y coherente. En el ordenamiento jurídico, no son de recibo ningún privilegio, ninguna excepción, amparada en unas supuestas "tradiciones mayoritarias", susceptible de derivar en menoscabo de los derechos de colectivos minoritarios. Pero tampoco se puede otorgar privilegios a colectivos minoritarios bajo el mero pretexto de ser, precisamente, minoritarios.

Y en el caso de las personas LGTBI el hecho determinante de su singularidad es que sus prácticas sexuales no pueden estar enfocadas a la reproducción de la especie, exceptuando las de las personas bisexuales, en la vertiente de  sus relaciones heterosexuales, que, por otra parte, nadie cuestiona. Esta singularidad no debe de resultar condenable bajo ningún concepto; al fin al cabo, también la  mayoría de las personas heterosexuales suelen mantener relaciones sexuales para experimentar el placer que procuran, con mucho más frecuencia que por atender a la reproducción de la especie. No por eso están siendo objeto de condena, fuera de los círculos religiosos más integristas.

En conclusión, la garantía de los derechos de las personas pertenecientes a los colectivos LGTBI solo podrá ser efectiva a nivel planetaria, revindicando el derecho de toda persona a mantener cualquier tipo de relaciones sexuales consentidas, sin necesidad de alterar la condición registral de su género fisiológico en un ámbito binario sino brindando a las personas trans la opción de identificarse y reivindicarse como tal. Esto supone, ajustar la legislación a la realidad social que evidencia que la población está compuesta por hombres, mujeres y una minoría transexual, femenina y masculina. Así de sencillo. 

Es partiendo de este reconocimiento, que supone una aceptación plena y coherente de la realidad, apelando a la libertad y a la igualdad irrenunciable entre todos las personas, que se podrá elaborar un marco legal susceptible de recibir el consenso y el respaldo universal que la sociedad planetaria necesita.

 


Tuesday, April 25, 2023

LETTRE OUVERTE À THOMAS DELTOMBE

 Monsieur Deltombe, 

    j'ai sous les yeux deux articles de votre inspiration, publiés respectivement sur les sites de mondeafrique et afriqueXXI, à l'occasion du décès, survenu le 18 juillet 2022, de mon oncle le journaliste, éditeur et ancien sénateur de la république française, Pierre Biarnès. Le premier s'intitule: "Pierre Biarnès décédé en juillet: le "Bob Denard" du "Monde" en Afrique", le second "Pierre Biarnès ou les égouts du journalisme françafricain". Tous les deux reprennent un encart que vous avez publié dans le livre «Françafrique: l’empire qui ne veut pas mourir».

   À la lecture attentive de ces textes je ne peux que constater, comme quiconque soucieux de rigueur intellectuelle et d'éthique journalistique, à quel point leur contenu entre en contradiction flagrante avec le premier paragraphe de la Charte de Déontologie de votre site afrique XXI qui affirme: "...Sa vocation première est, à travers le travail de ses journalistes et d'autres contributeurs, de délivrer à ses lecteurs une information de qualité, équilibrée, vérifiée et digne de confiance." Si vous êtes un honnête professionnel, conscient de la portée de ses actes, chose que je ne peux que présupposer, vous serez bien obligé de reconnaître que mon appréciation est tout à fait justifiée. 

   Néanmoins il me semble convenant d'exposer sommairement de quelle manière la qualité, l'équilibre et la véracité font cruellement défaut à l'information que vos textes apportent sur l'activité de votre collègue Pierre Biarnès. Dans un premier temps, force est de constater que vous ne faites référence qu'à un seul de ses nombreux ouvrages, le livre "Si tu vois le margouillat", publié en 2007 par les éditions L'Harmattan, à la veille de sa retraite survenue en 2008. Sans aucun doute il s'agit bien d'un livre singulier où Pierre Biarnès s'offre le plaisir, pour ponctuer son récit, d'utiliser parfois dans toute sa crudité, le langage grivois qui imprégnait profondément la culture des élites françafricaines de l'époque post et néocoloniale. Cependant il est choquant de constater que ce sont ces brèves notes autobiographiques, placées en introduction des divers chapitres, tout au plus deux douzaines de phrases au sein d'un ouvrage de 300 pages, qui retiennent l'essentiel de vos commentaires. Voila sans doute une méthode utile pour justifier ce terme de votre cru "égouts du journalisme françafricain", mais qui laisse beaucoup à désirer comme compte rendu d'un livre que vous qualifiez d'autre part de "…à la fois informé, bourré d'inexactitudes et particulièrement graveleux." Il est évident que c'est ce dernier aspect qu'il vous plaît de retenir. Rien n'est dit en effet du caractère "informé", pourtant essentiel, de l’ouvrage ni de ses prétendues "inexactitudes". Vous conviendrez avec moi que construire votre récit et l'exposé de vos commentaires exclusivement sur la base d'une infime portion, strictement anecdotique, de ce livre, ce n'est certainement pas offrir "une information de qualité, équilibrée, vérifiée et digne de confiance" du travail de Pierre Biarnès au cours de ses années africaines. 

  Car, pour en venir à un point essentiel de son parcours professionnel, il me semble important de signaler que c'est dans son activité d'éditeur que se concentre son labeur principal. Là encore, il est surprenant de constater que si bien vous citez la Société Africaine d'Édition, nommant les collaborations de Philippe et Paulette Decraene (future secrétaire particulière de François Mitterrand) ou encore de Monique, la femme de Pierre, ainsi que le titre des principales revues publiées: l'hebdomadaire "Le moniteur africain du commerce et de l'industrie", le mensuel "Le mois en Afrique: Revue française d’études politiques africaines", puis le bimestriel "L'Afrique littéraire et artistique" (oubliant entre autres la "Revue française d’études politiques et méditerranéennes" et la longue série de livres qui font le bilan économique et politique de l’année écoulée, pays par pays), vous ne dites rien de la qualité incontestable du contenu informatif de toutes ces publications. 

  Un autre aspect de la question, que vous abordez également, concerne le versant économique de la SAE, une initiative éditoriale courageuse et éminemment culturelle qui aboutira, au fil des ans, en une faillite en toute règle. À ce propos, il est tout de même notable qu'un homme que vous décrivez comme étant "...à tu et à toi avec les présidents africains" et que vous accusez de "...fricoter avec les potentats et les services français", non seulement n'ai pas eu l'habilité de se faire, comme tant d'autres, une petite fortune sinon qu'il quittera l'Afrique couvert de dettes ; dettes qu’il mettra un point d’honneur à rembourser intégralement sur son salaire de sénateur. 

   À ce sujet, particulièrement significative est l'accusation que vous portez sur sa relation avec le président Mobutu et son ambassadeur à Paris. On peut lire sous votre plume : "Sa société d'édition profite par exemple des largesses de l'ambassadeur du Zaïre à Paris qui ponctionne quelques grosses coupures dans ses "énormes valises bourrée de billets" pour régler les factures impayées. Une faveur qui explique peut être l'onctuosité avec laquelle il dépeint l'autocrate zaïrois, "un homme très intelligent" qui a réussi la prouesse de "rétablir l'ordre" dans l'ex-Congo belge". Sans nous détenir à considérer pourquoi vous parlez de "largesses" et vous qualifiez de "faveur" le fait de se faire payer une facture, parler d'onctuosité à l'égard de Mobutu ne fait que révéler que vous vous êtes contenté de survoler, au-delà des 20 premières pages, le chapitre consacré au Zaïre dans le livre de référence.

  Même si la page 13 débute par la menace lancée par Mobutu: "Alors Biarnès, tu m'insultes!" et le journaliste, connaissant très bien le personnage, raconte ensuite combien il craint pour sa vie pendant les 48 heures suivantes, vous parlez sans motif plausible d'onctuosité! Plus loin, après avoir décrit minutieusement la longue série d'assassinats, en particulier celui de Patrice Lumumba, qui jalonne l'arrivée au pouvoir de Mobutu, Pierre Biarnès le définit tout simplement (page 46) comme un homme qui "...ne manque ni d'intelligence ni de caractère et il est sans scrupules". Là encore le récit extrêmement précis, objectif, documenté et rigoureux n'abrite pas le moindre signe d'allégeance et moins encore d'onctuosité. À savoir pourquoi vous en faites et livrez à vos lecteurs une interprétation si différente ! 

  Puis, il est inévitable de s'attarder un peu sur quelques-unes de vos phrases les plus choquantes: Pierre Biarnès, dites vous, est"... celui qui se vantait dans un style graveleux de fréquenter "les bars à putes"... "Mais y avait-il en Afrique un bar qui ne soit pas un bar à putes ?" s'interroge le journaliste en s'amusant de la facilité avec laquelle il s'attire les faveurs des jeunes africaines." À nouveau l'interprétation que vous donnez des textes que vous avez pu lire ne brille ni par la rigueur informative, ni par la connaissance et donc la compréhension des situations évoquées. Qui peut douter en effet que l'immense majorité, voire la totalité, des bars africains de l'époque, fréquentés par les étrangers, étaient des lieux qui comptaient avec la présence assidue de quelques prostituées? Qui peut douter que nombre de celles-ci se contentaient souvent d'une rétribution très modeste de leurs services? Cette réalité incontestable, exposée sur un ton désinvolte, illustrée par des anecdotes croustillantes et véridiques, débouche sur un jugement moral qui vous amène à écrire que Pierre Biarnès étale "... ad nauseam ses obsessions libidineuses". C'est, vous en conviendrez, une interprétation bien simpliste, qui frôle la diffamation, voire la calomnie.

   Mais c'est un sujet qui semble vous passionner. Donnant pour établi que Pierre Biarnès est un accro des maisons closes, vous mettez en avant ses relations avec les propriétaires de l'établissement le plus renommé du Dakar de l'époque, le Chez-Vous... Il n'est pas difficile d'imaginer qu'une personne de votre génération, qui a grandi avec internet et travaille le plus souvent avec un ordinateur branché sur le net, ai du mal à comprendre que, dans les années 60-70, c'est précisément dans ces lieux malfamés, publics ou privés, fréquentés par les élites françafricaines, qu'un journaliste pouvait recevoir les confidences et obtenir les informations extra-officielles que tout bon professionnel se doit de pourchasser et de recueillir. D’autre part, il semble également logique qu'il procure d'entretenir d'étroites relations avec les divers services de renseignements, pour la même raison; après tout, journalistes et agents du SDECE poursuivent professionnellement la même "matière première", à savoir: l'information! 

    Évidemment, et sans doute heureusement, les temps ont changé. Comme vous dites, "Si tu vois le margouillat" "...donne un aperçu saisissant des mœurs journalistiques françafricaines dans les années 1960-1970". Mais cependant vous ne semblez pas vouloir comprendre que ces mœurs, particulièrement saisissantes, sont imputables aux circonstances sociopolitiques de l'époque et non pas à la dépravation supposée des journalistes, concrètement, dans le cas qui nous occupe, du journaliste et éditeur Pierre Biarnès. 

   Il convient maintenant de commenter la phrase de Mongo Beti : "Philippe Decraene et Pierre Biarnès furent en quelque sorte les Bob Denard de la rotative". Il me semble que la comparaison n'est pas le fruit d'une des inspirations les plus heureuses de la part de l'écrivain camerounais. Bob Denard était un mercenaire, un assassin farouchement anticommuniste, au service des secteurs les plus réactionnaires des puissances colonialistes. Pierre Biarnès, en revanche, a toujours été un sympathisant des idéaux communistes et un militant de l'humanisme franc-maçon, qui n'a jamais tué personne. Quoi que vous en pensiez, il était un défenseur sincère des velléités indépendantistes des peuples africains, sans jamais perdre de vue, pour autant, les profondes réalités géopolitiques qui ont sous-tendus tous les processus d'indépendance et qui l'amenèrent à les analyser d'un point de vue extrêmement lucide et foncièrement pragmatique. Cela lui a valu l'incompréhension durable, voire l'animosité générale, de la part de tous les courants idéalistes de la gauche universelle. Lui même s’en étonne à la page 188 de "Si tu vois le margouillat": "On me prenait pour un réactionnaire néocolonial, même au Monde"... Il semble, de toute évidence, que c'est dans ce cadre qu'il convient de placer les deux textes que vous avez publiés. 

    On ne peut non plus oublier que ces textes se posent en réponse à la note nécrologique publié par le Monde au lendemain de son décès. Vous dites: "Pierre Biarnès ne le cache pas, son statut de correspondant du Monde lui attire bien des sympathies" et de fait, beaucoup de gens, y compris probablement Mongo Beti, ne connaissent de lui d'autres textes que les articles publiés dans le quotidien parisien, ce qui peut les déterminer naturellement à assimiler sa pensée à la ligne éditoriale qui caractérise ce journal. Vous en conviendrez, cela peut vous attirer aussi bien, de fait et à part égales, de nombreuses antipathies ! Car, au bout du compte, quelle est la place de Le Monde au sein de Françafrique? En temps que collaborateur du Monde diplomatique, il serait intéressant de connaître votre opinion à ce sujet.

   Dans ce contexte, la position de Pierre Biarnès est plutôt délicate: d'une part tous les dirigeants le courtisent en espérant qu'il contribue à donner d'eux une image internationale positive, sous peine d'être soumis à l'ostracisme le plus sévère (Jean Bedel Bokassa en arrivera même à le condamner à mort et Omar Bongo promettra, quant à lui, de "lui couper les couilles"!); de l'autre, tous ses articles sont soumis à la révision et à la correction du comité de rédaction parisien qui se doit d'assurer une adéquation entre la ligne éditoriale et le contenu livré par le journaliste. Et cette correction, justifiée par l’espace disponible, est sans appel. Ce qui amène à Jean de la Guérivière, auteur de l'article du Monde, à écrire : "… il lui arrive souvent de prendre mal les coupes opérées dans ses longs envois...". Monsieur Deltombe, vous êtes un journaliste professionnel et vous devez savoir parfaitement ce que tout cela peut signifier ! 

   Ces circonstances professionnelles frustrantes, qui caractérisent sa relation avec le Monde, l'amènent à envisager définitivement, dés la fin des années 70, son entrée en politique. Celle-ci s'accompagne de la publication de ses premiers livres consacrés à l'Afrique. "L'Afrique aux africains" (1981) qui précède son élection au conseil général des français de l'étranger en 1982 et "Les Français en Afrique Noire de Richelieu à Mitterrand: 350 ans de présence française au sud du Sahara" (1987) peu avant son entrée au sénat. 

   Puis, quittant Dakar après son élection sénatoriale en 1989, ses ouvrages traiteront ensuite de géopolitique mondiale: "Le XXIe siècle ne sera pas américain" (1998), "Les États-Unis et le reste du monde : Les Chemins de la haine (Chroniques de la dernière décennie)" (2002), "Pour l'Empire du monde : Les Américains aux frontières de la Russie et de la Chine" (2003), "La Route de la Soie : Une histoire géopolitique" (2008). "La fin des cacahuètes" (2005) et "Si tu vois le margouillat" (2007) seront deux exceptions, ponctuées de notes autobiographiques nostalgiques et désinhibées, rédigées aux portes d'une retraite douloureusement marquée par les symptômes de la maladie de Parkinson. 

   Je ne peux donc que vous recommander une lecture sereine, libre de préjugés et d'aprioris, de tous ces ouvrages. Vous serez alors peut-être en mesure d'offrir véritablement à vos lecteurs, une information "de qualité, équilibrée, vérifiée et digne de confiance", au sujet de votre illustre collègue. Car si, selon vous, l'article de Jean de la Guérivière "… ignore opportunément la part d'ombre " de Pierre Biarnès, force est de constater que les vôtres, lamentablement, laissent dans l'ombre l'essentiel de son œuvre. Même si vous ne partagez ni les opinions, ni les analyses, ni le sens de l’humour, ni les conceptions morales qui peuvent dériver des paroles et des comportements d'un collègue, comme vous journaliste et éditeur, cela ne vous autorise pas pour autant à renoncer à une approche rigoureuse, contextualisée, de sa vie et de son œuvre, dans le cadre d'une rubrique nécrologique. 

    C'est pourquoi je vous demande de faire en sorte que cette Lettre ouverte, qui assurément s'ajuste parfaitement aux principes de votre Charte déontologique, puisse servir à rectifier, auprès de vos lecteurs, les affirmations que vous avez publiées à la mort de mon oncle. J’en appelle donc à un Droit de réponse auprès des sites qui ont publié vos écrits. Un passage à l'acte dans ce sens de votre part sera une belle démonstration de votre talent professionnel et contribuera également à soulager, en partie, la désagréable tristesse que vos mots ont procurée à tous ceux qui ont eu le bonheur de connaître et d'apprécier la profonde humanité de Pierre Biarnès.

 Cordialement, 

Vincent Jean Marie Biarnès

Tuesday, April 12, 2022

 

GUERRA en EUROPA

Algunas reflexiones desde el Taller de Arte Vimaambi


En el invierno de 2022, dos años después de la irrupción de la sindemia del Covid 19, el mundo se enfrenta a una nueva crisis global que vuelve a poner a prueba la construcción de la sociedad planetaria. La invasión rusa de Ucrania trae a la actualidad más candente la envergadura de las luchas geopolíticas que subyacen y tensionan un proceso de construcción que empezó en las últimas décadas del siglo XIX y en el que se sienten profundamente involucrados los artistas miembros de nuestra asociación.



1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS


1.1 / NACIMIENTO DE LA SOCIEDAD PLANETARIA

A lo largo del siglo XIX, se consagró el apogeo de la extensión colonial, aupada por la revolución industrial y protagonizada principalmente por países europeos: Francia, Inglaterra, España, Portugal, Holanda, Bélgica, Rusia, Alemania, Italia, Turquía y en oriente, por Japón.

En aquel siglo surgen los planteamientos intelectuales de una sociedad de dimensión planetaria, con la aparición de las primeras organizaciones internacionales, la mayoría de ellas ligadas al movimiento obrero y pacifista. Sin embargo podemos considerar que el primer embrión institucional fue la Corte de Arbitraje Internacional de La Haya, creada en 1899 por iniciativa del zar de Rusia Nicolás II y destinada a dirimir conflictos, obviando las opciones militares. En efecto, una corte de justicia puede considerarse como la primera institución constitutiva de una sociedad, que se deriva de una sistemática apropiación y consiguiente problemático reparto, de todos los recursos económicos planetarios, por parte de un puñado de estados con política expansionista


A continuación, veinte años más tarde, al finalizar la 1ª guerra mundial, la Sociedad de las Naciones (1919), fue la primera institución colegiada formal de la nueva sociedad mundial, creada por diversas élites políticas nacionales. Esta Sociedad nació por iniciativa de los EE.UU. de América, aunque su ingreso en la misma fue luego rechazado por su senado. Contó con un comité de 4 miembros permanentes: Francia, Inglaterra, Italia y Japón, llegando a reunir hasta 63 estados. Su principal objetivo declarado era evitar que se reprodujeran conflictos bélicos de carácter mundial, cosa que, a todas luces, no logró.

Veinte y seis años más tarde, después de una nueva guerra mundial, se creó la actual Organización de las Naciones Unidas (1945) que en la actualidad reúne a 193 estados miembros de pleno derecho y dos observadores. Consagró una nueva repartición de poder, significado con el otorgamiento del derecho a veto en el consejo permanente de seguridad, a las 5 primeras potencias del momento: EE.UU., Rusia, Francia, Reino Unido y China. 


Estos 5 países encabezan desde entonces un proceso de construcción de una sociedad planetaria, que se caracteriza por enfrentamientos incesantes entre bloques y países con pretensión hegemónica, bajo diversos pretextos, entre los que destaca especialmente la voluntad de imponer, en todas partes, distintos sistemas políticos y económicos considerados como antagónicos.

1.2 / CREACIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA

A partir de 1958, Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, crearon la Comunidad Económica Europea, a la que se fueron sumando paulatinamente la mayoría de los estados de Europa occidental hasta formar lo que actualmente se conoce como Unión Europea

En sus inicios esta Comunidad fue esencialmente un pacto entre las élites de estos países para intentar dotar de más peso económico a las ambiciones globales francesas y ofrecer nuevas oportunidades a las élites alemanas e italianas derrotadas en la 2ª guerra mundial, con una provechosa colaboración para los tres estados del Benelux.



La tardía y siempre ambigua adhesión del Reino Unido a la Unión, que finalizó con el Brexit aprobado en referéndum en 2016, se debió en gran parte al potencial que este país sigue sacando de su antiguo imperio colonial – que se deriva, entre otro, de su relación privilegiada con los EEUU y con los países de la Commonwealth -,  junto a la histórica desconfianza que siguen albergando las élites británicas respecto a las potencias continentales.

En la actualidad, la Unión Europea, que se encuentra en primera fila del conflicto bélico desatado en sus fronteras, parece abocada a una nueva crisis económica y social de consecuencias imprevisibles, sin que sus élites parezcan capaces de asumir en profundidad las verdaderas razones de tal situación.

1.3 / EL PAPEL DE LA OTAN

Los actuales acontecimientos derivan en su totalidad del final de la segunda guerra mundial y principalmente de la creación en 1949 de la alianza militar atlántica conocida como OTAN. Es una alianza militar impulsada en 1948 por algunos países europeos para hacer frente a la supuesta amenaza de expansión del comunismo, promovido por la Unión Soviética y los diversos partidos comunistas occidentales que lideraron la lucha contra la Alemania nazi.

Con la entrada de EEUU en la alianza, en 1949, este país se hizo cargo del mando militar integrado de la misma, creado en 1950, con el apoyo incondicional de los británicos, limitando progresivamente el papel de los demás miembros europeos en las decisiones estratégicas. Esta situación acabo por incomodar seriamente al gobierno francés del general De Gaulle que decidió retirar gradualmente sus fuerzas del mando militar conjunto entre 1959 y 1966, al tiempo que impulsaba la creación de la Comunidad Europea.




En este proceso de crisis abierta entre Francia y la OTAN intervinieron muchos y diversos criterios, que fueron largamente comentados en su tiempo, como la necesidad francesa de implicar la organización en el mantenimiento de su política africana, marcada en aquellos años por la guerra en Argelia, o la determinación por parte de EEUU de hacer un uso exclusivo de la alianza para satisfacer sus propios intereses.

En el análisis de esta segunda observación, más allá del anticomunismo proclamado y compartido sin fisura entre los estados miembros, se sospechó que una de los objetivos principales que los EEUU imponían a la OTAN era perpetuar indefinidamente la división del continente euroasiático fomentando un continuo enfrentamiento entre Europa occidental y Rusia, como requisito indispensable a su afán hegemónico. 

Esta última tesis se vio fortalecida en 1991 cuando colapsó la URSS y se desvaneció el peligro comunista en Europa. Algunas voces plantearon entonces la posible disolución de la OTAN, por haber quedado su cometido sin objeto. Sin embargo este hecho propició de hecho una expansión de la Alianza hacia el este, sin otros límites que las propias fronteras rusas. Mientras por otra parte, unos años más tarde, se fijaba oficialmente un nuevo objetivo, la lucha anti-terrorista, que justificaba una extensión de las actividades de la organización hacia oriente, Siria, Iraq, Irán y Afganistán, es decir a todo lo largo de la frontera sur de la extinta URSS, mas allá de los nuevos estados independientes de Asia central.



A pesar de un cierto grado de colaboración durante el mandato de Boris Yelstin y los primeros años del mandato de Vladimir Putin en la lucha anti-terrorista, la alianza militar occidental anticomunista, apareció pronto como una alianza militar decididamente anti-rusa y de hecho, el nuevo enfoque se tradujo en diversos actos destinados a socavar en muchos dominios, toda cooperación constructiva entre Moscú y Bruselas. Se alentó primero y se participó luego en la guerra civil yugoslava, se puso en duda la calidad democrática de la nueva sociedad rusa y se incorporó progresivamente a la OTAN los antiguos socios del pacto de Varsovia, en una estrategia de acoso sin fundamento lógico aparente.

Esta realidad innegable, que constituye sin lugar a dudas uno de los principales motivos del actual conflicto armado, como argumenta el gobierno ruso, es cuidadosamente obviada por los medios occidentales y cuando se menciona, se suele tachar de mero pretexto, destinado a justificar las diabólicas intenciones de Putin, tachado de nostálgico empedernido de la URSS, cuando no del imperio zarista.



Sin embargo, a pesar del regreso del gobierno francés a la estructura militar de la OTAN en 2009, resulta difícil entender qué provecho real pretenden sacar los pueblos europeos de su participación en esta alianza. Francia ha conseguido cierto apoyo militar en África y las élites militares de los demás países disfrutan con la sensación de pertenecer a unas fuerzas armadas relevantes, cosa que no puede proporcionarles sus modestas estructuras de defensa nacionales. Pero estos logros vanos de ciertas élites europeas no podrán nunca compensar las funestas consecuencias para los pueblos de la UE, del enconamiento de la situación frente a la Federación rusa.

1.4 / CONFIGURACIÓN DE UNA ÉLITE PLANETARIA

A nivel mundial, en la razón de ser de todas las élites nacionales, militares, económicas y de sus respectivas representaciones políticas, está presente la lucha por pertenecer a la élite planetaria, una élite en la que no pueden caber todas las élites locales, demasiadas dispersas, fragmentadas y heterogéneas. 

Esta lucha por liderar la nueva sociedad solo se puede enfocar básicamente de dos maneras, inclusiva o exclusiva y en la practica, esta disyuntiva se traduce por un planteamiento estructuralmente flexible y multipolar o estrictamente hegemónico. Cada élite nacional tiene que situarse en el actual proceso de construcción, sea integrándose, en la medida de lo posible, en un polo único de poder, sea tratando de fomentar una convivencia pacifica y solidaria entre los diversos actores mundiales.



Este proceso de configuración de una élite planetaria es en esencia lo que se ha venido llamando proceso de globalización, abocado a engendrar un nuevo orden mundial. En la actualidad, estas luchas, derivadas del enfoque multipolar versus hegemónico que las sustenta,  explican en su totalidad los mayores conflictos acontecidos a lo largo del siglo XX, así como los de los últimos años, cuyo postrer episodio es la invasión de Ucrania por parte de Rusia. 

Es en este contexto que hay que situar los pretextos enarbolados para justificar todos estos conflictos y que, en realidad, tratan de enmascarar descaradamente las verdaderas motivaciones de los diferentes actores. Son exclusivamente luchas de poder, donde se usa la fuerza militar para fortalecer el potencial económico, mediante la sumisión de determinadas élites locales de menor rango. Un proceso muy similar al de la colonización, empleado en los siglos anteriores. 

Por lo tanto, parece evidente que no habrá paz en el mundo mientras las élites mas poderosas no substituyen la lucha sin cuartel en la que están inmersas, por una colaboración, respetuosa de los intereses legítimos de cada una de ellas, con el consiguiente rechazo a toda pretensión hegemonista. Solo este cambio podrá evitar la perpetuación indefinida de la barbarie en la que actualmente sigue viviendo el conjunto de la humanidad.



2. RELACIONES DE PODER EN EL SIGLO XXI

2.1 / SITUACIÓN ACTUAL

Como resultado para el presente siglo, la lucha por el liderazgo de la sociedad planetaria tiene como protagonistas principales a cuatro polos de poder: EEUU, UE, Rusia y China, con la configuración de 2 alianzas estratégicas, entre por una parte los países occidentales (EEUU y UE) y por otra, las potencias orientales (Rusia y China). Y aunque el siglo XX pareció consagrar una hegemonía global de los EEUU, como consecuencia de la derrota del comunismo soviético, los dos primeros decenios del siglo XXI arrojan una constante erosión de esta hegemonía y una ascensión imparable de la China comunista en términos geopolíticos. Esta realidad es, sin duda alguna, el motivo principal de la actual intensidad de los conflictos en el seno de la sociedad planetaria, dentro del marco global de enfrentamiento con finalidad hegemónica.

Sin embargo estos conflictos mayores entre las élites no son los únicos conflictos que asolan a la humanidad. De ellos se derivan un recrudecimiento de diversos conflictos sociales, nacionales y locales, que ponen en evidencia la profunda brecha que, en todas parte, separa los gobernantes de sus gobernados.


La relación de poder establecida entre los gobernantes y sus gobernados es objeto de mistificación en todas las instancias nacionales, con el propósito de definir
dos modelos políticos enfrentados con los respectivos calificativos de democrático o autoritario. Sin embargo, en toda sociedad, se proclama y reconoce como instrumento esencial de gobierno, el acatamiento de las leyes

Y queda todavía por demostrar hasta que punto las leyes reflejan efectivamente la expresión de la voluntad de una mayoría de los gobernados, tanto en los sistemas democráticos como autoritarios. Mas aún, la evidencia permite afirmar que en ambos sistemas, una inmensa mayoría de los gobernantes no cumple a menudo con las obligaciones que les imponen sus propias disposiciones jurídicas. Este hecho es particularmente patente en el ámbito de las leyes internacionales destinadas a regir la sociedad planetaria.

2.2 / GOBERNANTES y GOBERNADOS

El alejamiento, ahora tan evidente en la mayoría de los países, de los gobernantes, que representan a las élites, de los problemas reales de los gobernados, es un sentir común a todos los pueblos del planeta. En todas partes los gobernantes no actúan, de hecho y con prioridad, para facilitar la vida de sus gobernados sino para obtener, mantener y afianzar, su puesto en el seno de la élite mundial

Todos proclaman que su política exterior busca fortalecer el prestigio del país y se da por obvio que a mayor prestigio internacional, mayor bienestar social. Así, las luchas geopolíticas determinan, a la postre, sus verdaderas prioridades, muchas veces para desgracia de los pueblos. Sin embargo, ningún gobierno admitirá esta realidad y justificará siempre sus decisiones mas polémicas, que pueden llegar hasta el asesinato, parapetándose en lo que se denominan "razones de estado" o "interés nacional". 

Todo gobernante teme el rechazo de sus gobernados y la consiguiente pérdida de poder que le puede acarear. Por tanto cada élite política tiene primero que asegurar y fortalecer su control sobre sus gobernados para poder usarlo útilmente al nivel planetario. 

Para este fin se sigue utilizando los tradicionales medios de dominación, como el uso exclusivo de la fuerza, los sentimientos religiosos o la exaltación nacionalista, e incorporando nuevos y disimulados medios, facilitados por la dimensión global de la nueva sociedad planetaria, más sutiles y aparentemente inofensivos, ya que tratan todos, básicamente, de entretener indefinidamente la mente de las personas, con futilidades y falsificaciones, valiéndose de un uso propagandístico masivo de los medios de comunicación.

Esta dualidad resulta muy efectiva y se aplica a muchos niveles. Para los gobernantes resulta provechoso seguir entreteniendo sus gobernados con problemas y polémicas locales, sin relevancia a nivel global, con burdos argumentos y claras manipulaciones. Así, dentro de cada élite, los líderes siguen defendiendo públicamente posturas, credos e ideologías en las que no creen, solamente porque les proporcionan el liderazgo que le es imprescindible para seguir en su lucha a nivel planetario. Cohabitan, y a veces se confunden, con los heraldos de la nueva sociedad que le dan la réplica y pretenden atraerse el favor de las mentes más favorecidas.

También, por supuesto, se mantiene este ya falso antagonismo, protagonista del siglo XX, entre derecha e izquierda, entre liberalismo capitalista y democracia socialista, entre capitalismo y comunismo, ahora presentado como alternativa entre democracia o autocracia.

2.3 / DEMOCRACIA VS AUTOCRACIA

Como hemos visto, esta división queda reflejada en el seno del grupo de los 5 grandes. La renuncia de Rusia al sistema socialista parece haber dejado el régimen chino como único defensor de las virtudes del comunismo, lo que no impide al gigante asiático acceder paulatinamente al puesto de 1ª potencia mundial y seguir escenificando una alianza con Rusia para frenar los abusos de occidente.

En consecuencia los gobernados se enfrentan entre ellos por estos conceptos binarios, en sociedades occidentales políticamente llevadas al bipartidismo, donde los gobernantes de ambos bloques pueden dedicarse a lo que verdaderamente importa: mejorar y afianzar, en el escalafón planetario, el puesto correspondiente a la élite que representan. En las sociedades más autoritarias las élites tratan de imponer el pensamiento único y la persecución sistemática de toda disidencia.

Como comprenderemos fácilmente, el reparto de poder en el seno de la sociedad planetaria es el problema nº1 de toda élite nacional y su resolución no tiene nada de evidente mientras uno solo de los actores lo siga planteando en términos hegemónicos. Las armas de cada contrincante, de cada estado, se despliegan básicamente en 3 ámbitos: su potencial militar, su potencia económica y su proyección cultural, apoyada en el poder mediático.

No por casualidad los 5 grandes son los 5 mayores fabricantes de armas del planeta. No son sin embargo las únicas grandes potencias económicas: Alemania y Japón, los perdedores de la última guerra, han alcanzado mayor peso económico que Francia e Inglaterra. 

Pero hay un hecho incontestable: los EEUU han demostrado, hasta la fecha, que no están dispuestos a renunciar al liderazgo militar, económico y hasta cierto punto cultural, conquistado en las dos guerras mundiales. Lo han demostrado siendo el instigador del 80% de los conflictos bélicos acontecidos en el mundo desde aquel año 1945, en el que fueron el primer y único país, hasta ahora, en emplear el arma nuclear contra población civil. Y lo siguen demostrando ahora con su actuación en el marco del conflicto en Ucrania. En cuanto a proyección cultural, los EEUU parecen mantener, de momento, una cierta ventaja como defensores mediáticos de las virtudes de una supuesta libertad individual de emprendimiento, atribuida en exclusiva a su sistema político bipartidista.

Sin embargo, más allá de la propaganda que difunden tanto los medios rusos como los del bando occidental, conviene no perder de vista la perspectiva histórica, que acabamos de esbozar, en la que se inserta la actual situación bélica. Y en particular, la incompatibilidad manifiesta de dos enfoques de construcción de la sociedad planetaria, multipolar o hegemónico dónde,  curiosamente, los países "democráticos" parecen respaldar el hegemonismo y los países "autoritarios" el multilateralismo. 

2.4 / UE vs FEDERACIÓN RUSA

Desde esta perspectiva, se puede considerar que los últimos acontecimientos suponen un éxito clamoroso de la estrategia hegemónica de EEUU. La división reinante entre Rusia y sus vecinos de Europa occidental nunca ha sido tan brutal. Ni siquiera cuando pretendían defenderse del peligroso avance del comunismo la ruptura llegó a ser tan absoluta como lo está ahora con la Rusia de Putin. Es de suponer que acontece para mayor satisfacción de los estrategas del Pentágono, de los círculos de poder que lo sostienen y por supuesto, del lobby de la industria armamentística del país.

Claro está que esta satisfacción no puede ser compartida ni por Rusia ni por los países de la UE y menos todavía, obviamente, por el pueblo de Ucrania que es la victima inmolada en este conflicto. El continente europeo está deshecho pero sin embargo la menguante posición hegemónica planetaria de EEUU se ve temporalmente reforzada en el tablero mundial, con el debilitamiento forzado de dos potencias rivales, militares y económicas, como son respectivamente la Federación Rusa y la Unión Europea.

Todos estos acontecimientos, de cuya realidad parecen estar mucho más conscientes los dirigentes rusos que los propios europeos, han propiciado un estado de virulencia propagandística entre los medios occidentales que se asemeja objetivamente al que prevalece en Rusia y coloca los derechos a la información de los ciudadanos de los auto-denominados estados democráticos, al mismo nivel que los de los estados señalados como autoritarios. En ambos bandos imperan la desinformación, la manipulación y la censura.

Frente a esta situación de crisis aguda, nuestra opinión es que corresponde a la sociedad civil, a los artistas e intelectuales, conscientes de todo lo expuesto anteriormente y en consecuencia desligados de cualquier circulo de poder, militar, político, económico, religioso o mediático, el deber de elaborar, expresar y difundir una orientación constructiva para el futuro del conjunto de la sociedad humana planetaria.


3. ¿Y AHORA QUÉ?


3.1 / GLOBALIZACIÓN INEVITABLE

Como hemos visto, por primera vez en la historia de la humanidad, el siglo XX ha contemplado el nacimiento y desarrollo de instituciones de una sociedad de carácter planetaria, que se superponen a las instituciones locales y que están llamadas a regir, tarde o temprano, la vida de la totalidad de los seres humanos que pueblan el planeta. Y este proceso no tiene vuelta atrás.

Este hecho inaudito surge de un parto especialmente violento, marcado por dos guerras, adjetivadas precisamente como mundiales, y prosigue hasta la actualidad con conflictos incesantes protagonizados por unas élites inmersas en una permanente guerra sin cuartel. El proceso de consolidación de esta sociedad mundial, la globalización, ha sido comentado por una infinidad de analistas, en todos los idiomas, casi siempre en sus aspectos parciales, sea para ensalzar sus fines, sea para advertir de los numerosos peligros que encierra para el futuro de la raza humana

Pero, como sucede en toda sociedad, el juicio que se puede portar sobre ella, depende mucho del lado desde el cual se la considera; si desde el punto de vista de los gobernantes o desde la perspectiva de los gobernados. A cada uno corresponde distinguir entre los intereses de unos y de otros, lo que en la practica viene a decir: elegir entre disputa y dialogo, entre guerra y paz

La relación entre gobernantes y gobernados ha sido históricamente profundamente conflictiva en todas las sociedades, excepto en raros y fugaces momentos en los que los primeros han recibido la adhesión mayoritaria de los segundos. Este hecho suele suceder en los periodos llamados revolucionarios, en los que los gobernantes de turno son bruscamente substituidos por unos nuevos, destinados a acabar, de una vez por siempre, con la tiranía. Y es precisamente lo que ahora urge conseguir para toda la población mundial: librarse de la tiranía ejercida sobre los pueblos por las distintas élites en sus encarnizadas luchas de poder. 

La historia, como el tiempo que la sustenta, nunca se para y la protagonizan los pueblos que, en este principio del siglo XXI, impulsan el proceso de construcción de la sociedad mundial. Es una realidad innegable que exige una atención primordial si queremos decidir el futuro que puede o debe esperar realmente la humanidad, de este proceso en marcha. Es decir, tenemos que contestar con urgencia a la pregunta: ¿Cuál ha de ser el nuevo orden mundial que regirá la sociedad mundial del mañana?

3.2 / "NUESTRA PATRIA ES EL MUNDO, NUESTRO PUEBLO LA HUMANIDAD"

Esta frase es un lema, atribuido históricamente a la tradición política anarquista, que define los planteamientos que rigen las actividades y el espíritu de nuestro Taller de Arte Vimaambi. De ella se deduce una condena sin paliativo de cualquier tipo de nacionalismo excluyente, ese tipo de nacionalismo agresivo que suelen explotar todos los gobiernos de los estados establecidos para afianzar su poder sobre los pobladores del territorio que les compete y que es el que arrastra la adhesión popular en todos los conflictos armados, económicos o mediáticos.

Este último hecho, fácilmente comprobable, es particularmente evidente en la vida política de cada uno de los 5 países que conforman el núcleo duro, con derecho a veto, del consejo de seguridad de la Organización de Naciones Unidas: EEUU, China, Rusia, Reino Unido y Francia.

Entre los países aliados de EEUU, Reino Unido y Francia con toda la Unión Europea, se proclama la convicción de pertenecer al bando de unas naciones democráticas que "no tiene más remedio" que oponerse a las naciones autoritarias representadas por Rusia, China y sus respectivos aliados. Estos últimos por su parte aducen la necesidad ineludible de defenderse de los abusos hegemónicos del bloque occidental, heredados de la época colonial. 

En esta absurda oposición, con permanentes tintes de confrontación competitiva, culminan las divisiones geopolíticas del siglo XXI que amenazan y se oponen a una construcción sosegada, justa, racional, de una sociedad planetaria armoniosa por parte de los 193 estados formalmente independientes miembros de la ONU.

3.3  / EL PAPEL DE LA ONU

Esta última organización se encuentra lógicamente en el centro del protagonismo institucional para lograr una convivencia estable entre las naciones, cosa que de momento parece incapaz de realizar. Para estar en condiciones de hacerlo es del todo precisa una profunda reforma de sus estructuras y funciones, que solo puede llevarse a cabo desterrando sin matices la lógica imperante de la confrontación para substituirla por una cultura universal de colaboración solidaria entre los pueblos. Es decir, sencillamente, la ONU tiene que CUMPLIR con el artículo 1 de su carta fundacional. 

Entre las muchas reformas a plantear están: 

1/ suprimir el privilegio de los vetos e implementar un sistema de representación ligado a cuotas demográficas.

2/ otorgar un carácter vinculante a las decisiones de la asamblea.

3/ promover y liderar la necesaria desmilitarización global, estableciendo procesos de reestructuración de todas las entidades militares del planeta y su integración en los organismos de seguridad propios de la asamblea. 

4/ emprender la racionalización sostenible de todas las actividades de carácter económico, basándose en la complementariedad, la cooperación y la autosuficiencia de los territorios.

5/ fomentar la promoción decidida de una cultura del dialogo y del consenso a todos los niveles, locales como globales, bajo criterios universales de igualdad de derechos y de rechazo hacia el uso de cualquier tipo de violencias. 

Estos 3 últimos puntos cubren tres campos de acción fundamentales, correspondientes a los tres ámbitos que alimentan todos los conflictos: militar, económico y cultural. Y es responsabilidad exclusiva de la ONU conseguir alcanzar estos objetivos, en coordinación permanente con la sociedad civil planetaria, en contra de toda pretensión hegemonista de cualquier élite.

A este fin se antoja necesaria la aparición de nuevos liderazgos, que asumen con firmeza estos planteamientos, en cada estado miembro de la ONU y principalmente en los 5 naciones con actual derecho a veto.

3.4 / EL PAPEL DE LOS GOBERNADOS

En este contexto, el papel de la sociedad civil, como genuina expresión de la voluntad popular de los gobernados, parece fundamental para llevar a los gobernantes a renunciar sin paliativo a los planteamientos competitivos, basados en un uso perverso de los sentimientos nacionalistas y prácticas capitalistas. 

En todas partes, los gobernados, los pueblos, ansían ante todo y con absoluta prioridad  "poder vivir en paz". Están hartos de ser utilizados y manipulados para servir los intereses espurios de unas élites nacionales siempre dispuestas a sacrificar su bienestar y su prosperidad, cuando no su vida misma, como ocurre ahora mismo en Rusia o Ucrania y en un sinfín de países envueltos en conflictos armados, económicos o políticos.

Por eso, los intelectuales, los artistas, los activistas y en general todas las personas de buena voluntad del planeta, tienen el deber ineludible de exigir firmemente de sus gobernantes, sea cual sea su pretendido "color" político, la renuncia expresa a toda decisión que implique la creación o la perpetuación de cualquier tipo de conflicto que ponga en peligro el bienestar y la armonía del conjunto de cualquier comunidad de la sociedad planetaria. El método para lograrlo es muy sencillo y se llama simplemente: desobediencia pacifica activa. 


EN CONCLUSIÓN


Para que los gobernados logren alcanzar este fin, un nuevo liderazgo mundial más avanzado, es absolutamente preciso convencerse de unas cuantas verdades universales:

1/ en un mundo inevitablemente globalizado, ningún pueblo puede, lógicamente, alcanzar su propio bienestar destruyendo el bienestar y la prosperidad de otro(s) pueblo(s).

2/ ninguna élite y ningún gobernante puede hacer uso de un poder cualquiera si carece de la obediencia o de la sumisión de sus allegados o gobernados.

3/ en cualquier conflicto armado, los verdaderos valientes no son los que empuñan las armas sino los que rehúsan hacerlo. Siendo nuestra autentica patria el mundo, los patriotas son los que defienden la vida de cualquier ser humano y no la preeminencia de una determinadas élites nacionales inmersas en una lucha con otras élites foráneas, ya que ambas son partes de un mismo pueblo grande que es la humanidad.

4/ ningún pueblo que se niegue a obedecer puede ser sometido por mas amenazas que esté sufriendo. El precio de la insubordinación nunca podrá ser mayor al de la sumisión, particularmente en el caso de un conflicto armado cuando todos, tanto los que luchan con las armas como los que lo hacen con la inteligencia, tienen la misma probabilidad de enfrentar la desolación o la muerte.

En otros términos, para todos los pueblos, todos los gobernados del planeta y todos sus gobernantes, ha llegado la hora de rechazar definitivamente la sumisión a la cultura agresiva, competitiva, asumida  hasta ahora y de substituirla sistemáticamente por una cultura del dialogo, de la colaboración y del consenso. Solamente asumiendo esta realidad, que los verdaderos artistas e intelectuales honrados no se cansan de pregonar, se podrá empezar a fortalecer y culminar la creación de una sociedad planetaria armoniosa cuyo amanecer es, sin lugar a duda, ineludible. Cualquier otra opción estará condenada al fracaso y por tanto, el nuevo orden mundial que regirá la sociedad de mañana no puede ser otro que la materialización de la exigencia fundamental de todos los pueblos soberanos: LA PAZ