Tuesday, April 22, 2025

GUERRA EN EUROPA : Año tercero ¿Hacia la paz?

   Ya se cumplieron tres años de guerra en las vastas llanuras de Ucrania y los que aseguraban que el conflicto debía de resolverse en el campo de batalla, con una inevitable derrota rusa, empiezan, por fin, a considerar la eventualidad de una salida negociada.

   No deja de ser pasmoso el hecho de que esta eventualidad surja a raíz de la elección de un personaje tan disparatado como Donald Trump para ocupar la Casa Blanca estadounidense. Y no lo es menos escuchar las declaraciones de los lideres europeos, empecinados en seguir alimentando la agonía ucraniana, con mas y mas armas, acompañadas de promesas de despliegue de fuerzas militares y demás juramentos con escasos fundamentos realistas. 

   Sin duda la ahora aparente voluntad del actual gobierno de los EEUU de recomponer las relaciones con el que preside Vladimir Putin en Moscú, ha resulta ser un repentino cambio de guion que no ha dejado a nadie indiferente. Toca por tanto de nuevo abordar el tema, desde la perspectiva de un permanente anhelo por la cordura y la paz, con la esperanza de contribuir mínimamente a un enfoque realista de la situación actual de un conflicto que nos concierne directamente a todos.


1. RAZONES PARA UN NUEVO ENFOQUE DEL CONFLICTO

   A nuestro juicio, son varios los argumentos racionales que permiten comprender este nuevo enfoque y vamos a tratar de exponerlos aquí brevemente:

- el primero es la indudable cercanía ideológica existente entre los dos máximos gobernantes, ruso y americano . Sus respectivos gobiernos son, en todos puntos, de un carácter extremadamente conservador, herederos sin complejos de una clara mentalidad imperialista, apegados a rancias tradiciones religiosas y dispuestos a despreciar sin ningún reparo, cualquier derecho humano. Así, como dirigentes con claras convicciones políticas derechistas, no cabe duda de que le es ajeno el principio de igualdad entre las personas y por tanto ambos consideran que la mayoría de la gente, el pueblo, las masas, son meros instrumentos al servicio de su  poder, destinados a estar sometidos y a ser manejados a su antojo.

- el segundo es la irrefutable solidez lógica del argumentario ruso respecto al origen del conflicto en Ucrania. Una lógica que la clase política estadounidense, evidentemente, conoce muy bien, aunque sus últimos representantes han pretendido durante años negarla e ignorarla públicamente. La conocen igualmente los políticos europeos que ahora acusan al presidente Trump de traición por haber asumido la "propaganda rusa", calificativo que la correlativa "propaganda occidental" atribuye a cualquier elemento del argumentario contrario. Sin embargo, parece evidente que el nuevo gobierno de EEUU no ha hecho otra cosa que reconocer, pragmáticamente, la realidad de los hechos, en términos muy parecidos a los que hemos expuestos en los dos textos anteriores publicados en este blog bajo el titulo genérico: Guerra en Europa.

- el tercero es que la estrategia seguida hasta ahora por la OTAN, como brazo armado de occidente, ya no da para mas. Después del estrepitoso fracaso de su larga intervención en oriente medio, en Irak y en Afganistán, la aventura ucraniana ha permitido a la organización recuperar aliento, reagrupar sus fuerzas, movilizar a sus socios provocando un considerable aumento de sus gastos militares y finalmente, incorporar dos nuevos socios, con peso estratégico en el entorno del mar báltico, Suecia y Finlandia. Por otra parte, el cruel y patético sacrificio de los pueblos de Ucrania ha permitido, por lo menos de momento, desgastar sensiblemente las capacidades globales del eterno enemigo ruso. Hasta llegar al punto actual en el que nada significativo permite avanzar mas allá. El frente no varia decididamente desde hace meses y nada hace pensar que esta dinámica pueda cambiar en un plazo razonable, sino, en todo caso, a favor del ejercito ruso. El aislamiento y colapso del régimen del señor Putin, que solo los mas ingenuos se atrevieron a pronosticar, ha quedado por completo descartado, mientras que, sin embargo, el coste económico y político para occidente no para de crecer. Así las cosas se hace patente la conveniencia de cambiar radicalmente de enfoque.

- el cuarto es la evidencia de unas consecuencias inicialmente no previstas, muy nefastas para EEUU y el conjunto del bloque occidental, derivadas de la estrecha colaboración estratégica establecida entre Rusia y China, que el conflicto en Ucrania y las consecuentes sanciones contra el gobierno ruso han fomentado. Esta unión, que tiene su prolongación en el desarrollo imparable de los BRICS, reduce considerablemente el margen de maniobra de occidente para el manejo de los asuntos globales. En su pulso con China para el liderazgo planetario, EEUU necesita hacer todo lo posible para intentar relajar y si posible aflojar, la actual relación estratégica establecida entre Moscú y Beijing. Para esto se juega la carta económica, característica del actuar del señor Trump, que puede seducir al señor Putin, cuya economía patria está muy sedienta de inversiones, después de años de ostracismo. El pronto restablecimiento de unas relaciones comerciales intensas cumple por tanto con los intereses mas inmediatos de ambas partes.

   Estas son, a nuestro parecer, las 4 razones principales de la puesta en escena del actual proceso de recomposición de la relación entre Rusia y EEUU que, lógicamente, incluye negociaciones para intentar poner fin a la guerra en Ucrania.

  En este nuevo marco, como hicimos en un apartado de nuestro anterior texto dedicado a este tema, bajo el titulo: "Los términos del engaño", resulta de interés examinar, con algo mas de detalle, la situación presente de los 4 actores principales del conflicto, Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Comunidad Europea.


2. ¿ UN CAMINO HACIA LA PAZ ?

2 - 1. SITUACIÓN DE UCRANIA

   Aunque sea todavía muy pronto para saber con exactitud en qué quedara finalmente la situación global del estado ucraniano en el caso de llegar a un acuerdo de paz, parece evidente que sus pueblos han sido sacrificados brutalmente a lo largo de un conflicto que empezó en 2014 con una guerra civil y escaló en 2022 en una guerra a gran escala. 

   A los cientos de miles de muertos, a la destrucción masiva de la mayoría de las infraestructuras vitales, se une ya el terrible sabor de una potencial derrota, todavía no asumida, que implicará probablemente la perdida de una parte importante del territorio heredado de la Unión Soviética en 1991 y la cesión a terceros de un conjunto muy sustancial de sus recursos naturales.

   Todo esto es profundamente lamentable, desgarrador. Y no servirá de ningún consuelo constatar y apuntar con meridiana claridad, la profunda incapacidad de los gobernantes locales, responsables últimos de aquellas desgracias. La actuación del gobierno del señor Zelenski, que llegó al poder en 2019 con la promesa de poner fin al conflicto desatado 5 años antes y sin embargo, a la postre, propició la terrible destrucción sufrida por su pueblo, quedará para la historia como el episodio mas nefasto de la Ucrania post-soviética.


2 - 2. SITUACIÓN DE LA FEDERACIÓN RUSA

   Con las mismas reservas expresada anteriormente respecto al futuro, se puede sin embargo considerar que el gobierno de Vladimir Putin ha conseguido el grueso de sus objetivos. Mantendrá asegurado su control, estratégicamente esencial, sobre la península de Crimea así como una continuidad territorial con la Federación Rusa a través del Dombás y demás territorios del antiguo kanato de Crimea.

   El precio pagado es sin duda muy elevado, con cientos de miles de muertes y multitud de tragedias de todo tipo afectando a todas las poblaciones que integran la Federación. Sin embargo, en términos geopolíticos, Rusia puede considerar que ha logrado demostrar al mundo que está dispuesta a todo para defender lo que considera sus intereses estratégicos vitales y que sus recursos globales no se deben nunca de subestimar.

   Mas allá de esto, no parece muy sensato seguir argumentando que las acciones rusas obedecen exclusivamente a un afán imperialista de su presidente por recuperar el control de los territorios de la extinta URSS y que, por lo tanto, constituyen una seria amenaza militar para la seguridad de Europa occidental. Un análisis sosegado de lo ocurrido en Ucrania deja en evidencia que la actitud del gobierno de Moscú corresponde esencialmente a una respuesta contundente a las maniobras avasalladoras de la OTAN, en su intento por asentar sus fuerzas en todas las fronteras occidentales de la Federación Rusa.


2 - 3. SITUACIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

   La incertidumbre que preside a la valoración de la situación futura del conflicto ucraniano se vuelve mayúscula a la hora de considerar la que prevalece en Estados Unido bajo el liderazgo de un impredecible Donald Trump. A pesar de esto, parece probable que, en el plano militar, se haya considerado que una lógica de perpetuación del conflicto solo podía llevar, tarde o temprano, a un enfrentamiento directo entre la OTAN y la Federación rusa. Es decir, al estallido efectivo de una tercera guerra mundial. Es lo que se puede interpretar de la advertencia hecha al presidente Zelenski en el despacho oval : "... estás jugando con la tercera guerra mundial...".

   La nueva administración norteamericana parece por tanto decidida a abandonar el enfoque puramente militar, hasta el punto de amenazar con poner en entredicho el papel fundamental ejercido por EEUU en la OTAN desde 1948, y centrarse en el aspecto económico, que caracteriza a la gestión de Donald Trump.


   Con respecto a Ucrania es el acceso preferente a sus recursos naturales que ha sido puesto sobre la mesa, para condicionar la continuidad de su apoyo militar y responder a las peticiones de "garantías de seguridad". Todo un alarde de cruda lógica capitalista y un vapuleo a la pretendida superioridad moral de los "valores occidentales". 

   En lo que concierne la Federación Rusa, se trabaja en la recomposición del conjunto de las relaciones, con el fin de alcanzar un cierto nivel de cooperación económica susceptible de proporcionar oportunidades de negocios recíprocamente provechosos.

  En cuanto a sus socios europeos de la OTAN, el gobierno de Donald Trump denuncia la insoportable carga económica que supone para EEUU el mantenimiento de la alianza e incluso algunas voces llegan a pedir directamente de abandonarla a su suerte. Queda todavía por ver si finalmente este abandono se materializara, pero el daño causado a la necesaria confianza entre socios, en temas de seguridad compartida, parece ya irreparable.


2 - 4. SITUACIÓN DE LA UE 

   A esta altura de la nueva realidad impulsada por Donald Trump, los gobiernos europeos miembros de la OTAN aparecen claramente como los más desconcertados. Los sentimientos expresados traducen un evidente malestar por sentirse marginados, ninguneados y traicionados por su hasta ahora principal valedor. 

   En Europa cuesta digerir  que las cosas no estén siguiendo el curso por el cual apostaron. Se aferraron al argumento único del agresor y del agredido. Resolvieron el análisis del origen de la crisis señalando el afán imperialista del presidente Putin, sin mas. Y en esto parecen seguir... Es posible que ya no esperan esta victoria militar ucraniana de la que parecían no dudar a lo largo de los últimos 3 años, pero siguen pidiendo la devolución de los 5 territorios anexionados por Rusia en el curso del conflicto. Todo esto, de alguna manera, ilustra perfectamente el grado de extrema dificultad para asumir la realidad de los hechos, y por tanto de despropósito, que caracteriza la postura europea desde el inicio de las hostilidades. 

  Confrontados a la realidad del desenlace de los combates, del cambio radical de postura del "amigo americano", cegados por su orgullo y este afán de superioridad moral heredado de su oscuro pasado como potencias coloniales, no se resignan a su actual papel de actores secundarios. Se muestran decididos a emprender una dudosa operación de "rearme" al margen de EEUU y proponen un despliegue "voluntario" de sus fuerzas militares en territorio de Ucrania para "asegurar la paz" y prevenir cualquier "nueva agresión rusa", sin contemplar la mínima intención de dialogo con el Kremlin. 

  Aquí también resulta difícil augurar con certeza cuales van a ser los derroteros por los que vayan a transcurrir estas iniciativas europeas, lideradas en gran medida por el Reino Unida y Francia, las dos potencias nucleares con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. De momento surgen dudas razonables sobre las verdaderas capacidades políticas, económicas y tecnológicas de los países de Europa occidental para implementar este ansiado "rearme". En cuanto al despliegue de efectivos en territorio ucraniano difícilmente se puede imaginar cómo se podría superar el veto categórico que la Federación Rusa opone a tal iniciativa.



3. ALGUNAS LECCIONES DERIVADAS

  En la primavera de 2022, publicamos un primer texto sobre el estallido de esta guerra que empezaba así:

"En el invierno de 2022, dos años después de la irrupción de la sindemia del Covid 19, el mundo se enfrenta a una nueva crisis global que vuelve a poner a prueba la construcción de la sociedad planetaria. La invasión rusa de Ucrania trae a la actualidad más candente la envergadura de las luchas geopolíticas que subyacen y tensionan un proceso de construcción que empezó en las últimas décadas del siglo XIX y en el que se sienten profundamente involucrados los artistas miembros de nuestra asociación."

  Han pasado tres años y el estado de crisis persiste, sigue sin resolverse de manera contundente, aunque se haya producido una cierta reconfiguración geopolítica, derivada del aparente intento de normalización de las relaciones entre EEUU y la Federación Rusa. A pesar del escándalo que supone para ciertas élites occidentales, no cabe duda de que el dialogo abierto entre Washington y Moscú es una noticia positiva de cara al proceso de construcción de la sociedad planetaria. Con todas las reservas posibles, no deja de ser un pequeño paso adelante, después de un periodo de enfrentamiento total que no puede llevar a ninguna otra parte que al inevitable estallido de una tercera guerra mundial.

  Es evidente que todo diálogo es imprescindible para avanzar en la solución de los problemas, evitando siempre el uso de las armas y de los castigos colectivos indiscriminados. Sin embargo, mas que nunca, el mundo parece estar sometido a una especie de sombría "dictadura de los asesinos", con una aplastante mayoría de gobernantes reiteradamente dispuestos a pisotear los derechos humanos, tanto en los países presumiblemente autoritarios como en los auto-proclamados democráticos. Entre estos últimos, el caso de Israel es paradigmático y particularmente escalofriante. En todas partes escasea cruelmente la voluntad de díalogo.

  Por tanto, nuevamente es necesario apelar a una toma de conciencia del conjunto de la humanidad, para APARTAR RADICALMENTE, de CUALQUIER CARGO GOBERNANTE, TODA PERSONA QUE NO ESTÉ FIRMAMENTE COMPROMETIDA CON EL RESPECTO ESCRUPULOSO DE LOS DERECHOS HUMANOS recogidos en la declaración de la ONU de 1948. 

 Es sin duda una labor titánica que requiere de la activación de un movimiento generalizado, con la implicación decidida de todas las organizaciones de la sociedad civil, la movilización coordinada de los sectores educativos, culturales, artísticos e intelectuales, en todos los países del mundo, en las instancias internacionales, de manera a influir eficazmente en el ámbito político global. 

 Hay que pararles los pies de una vez a los asesinos que nos gobiernan, rescatar el espíritu de las generaciones que sufrieron los horrores de la segunda guerra mundial e inspiraron los términos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como antídoto necesario para la definitiva desaparición de la barbarie, en la historia de la humanidad.


Friday, February 21, 2025

LA SOCIEDAD PLANETARIA (2): HACIA UNA CULTURA UNIVERSAL

La paulatina construcción de la sociedad planetaria implica la necesidad de elaboración de una cultura universal, definitoria de esta sociedad, cuya especificidad, probabilidad y realidad futura, siguen pareciendo todavía, para muchos de nosotros, una autentica enigma.   

A la postre, los artistas del nuevo Arte son los responsables de inspirar el contenido del concepto, culminando así un salto evolutivo, una nueva etapa del continuo proceso de transformación que anima las culturas particulares, en sintonía con el proceso de construcción de la sociedad planetaria, al que no referimos en anteriores textos publicados en este blog.

A lo largo de este nuevo texto, vamos a intentar de clarificar los términos que conforman el concepto de cultura universal, con el objetivo de trazar una vía consistente para el actuar de los nuevos artistas, dentro del proceso global en curso, de construcción de una sociedad planetaria.


1 - QUE ENTENDER POR CULTURA


La RAE ofrece varias aceptaciones de la palabra. Una de ellas reza: "Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grados de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.". Por nuestra parte nos parece acertado decir: "Cultura no es otra cosa que Arte de vivir, en un entorno concreto y determinado".

En otra definición la RAE afirma que cultura es "un conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico". Efectivamente, no cabe duda de que el Arte de vivir se nutre de conocimientos. De la misma manera que el conocimiento, en su totalidad, se nutre del Arte en general y de la Ciencia en su conjunto, desde los albores de la existencia del genero humano.

A nivel personal sin embargo, parece obvio que este conjunto de conocimientos sirve para algo mas que desarrollar un juicio crítico. O, por lo menos, que este juicio critico sirve, ante todo, para vivir y vivir lo mejor posible, en las dimensiones materiales y espirituales que cada uno encuentra al nacer a este mundo.

Todos nacemos inmersos en unas circunstancias, materiales y espirituales, muy definidas, reflejos de la cultura existente en nuestro entorno mas inmediato. Esta cultura, heredada, es la que debe de permitirnos vivir, desarrollarnos como ser humano, en este entorno concreto, de la mejor manera posible. Además, esta cultura nos proporciona una determinada visión del mundo, amén de cierta consciencia de nuestra propia existencia. 

Por tanto, cada cultura particular se entiende como propia de una población, reunida en sociedad y estrechamente ligada a un territorio. Como tal, los conocimientos que encierra se vinculan directamente con la historia de esta población, con el o los idiomas que comparte y con las especificidades del territorio que la acoge: su climatología, su orografía, su flora y su fauna. Son estos últimos elementos los que determinan los aspectos básicos de toda cultura: elementos materiales, como la arquitectura, la gastronomía o la vestimenta y elementos espirituales, como el lenguaje, las tradiciones  o la religión.

Cualquier cultura, como realidad inscrita en el proceso de transformaciones incesantes, y por tanto de evolución constante, del conjunto del universo, es asimismo un elemento dinámico que se va modificando con el paso del tiempo, en función del avance, desarrollo e inevitable actualización, del corpus de los conocimientos que encierra y la definen.

Sin embargo, esas numerosas culturas, repartidas por el planeta, no están constituidas exclusivamente por un conjunto de conocimientos certeros, aptos para que todos puedan disfrutar de la vida en un entorno concreto, sino que, en mayor o menor medida, suelen albergar elementos inciertos, ignorancias manifiestas, cuando no, ideas y prácticas claramente trasnochadas. Este hecho se hace cada día mas evidente en razón del avance de unos descubrimientos científicos que invalidan de modo irrefutable muchos de los supuestos que sustentan determinadas tradiciones culturales.

La construcción de una sociedad planetaria, implica pues un intenso proceso de elaboración de una nueva cultura, que asuma la vigencia ineludible de las certezas establecidas por la ciencia, que involucre a toda la humanidad como genuina población del territorio planetario, siendo llamada a prevalecer y a definir esta sociedad, mas allá de todas las culturas particulares ahora existentes. Es esta nueva cultura en desarrollo que llamamos cultura universal y que debe de responder a unas circunstancias vitales de dimensión planetaria, comunes a todo ser que nace en el mundo de hoy, caracterizado por la existencia de un conjunto de culturas locales cada día mas fuertemente interconectadas e interdependientes. 


2 - QUE ENTENDER POR CULTURA UNIVERSAL



Hace tiempo que antropólogos y sociólogos han identificado los llamados "universales culturales", elementos de la cultura, la sociedad, el lenguaje, el comportamiento y la mente, que comparten todas las sociedades humanas, sin llegar sin embargo a acotar de forma unánime su ingente complejidad.

Pero no cabe duda de que el conjunto de estos "universales" constituye una base sólida para la elaboración de la cultura universal, que la actual construcción de la sociedad planetaria reclama. En cualquier parte del mundo el ser humano tiene semejantes necesidades para poder vivir: nacer, crecer, desarrollar y realizar su proyecto de vida (su sueño) e incluso morir, sea cual sea la cultura que identifique la sociedad a la que pertenece.

Por tanto, una cultura universal tendrá que incorporar la atención generalizada a estas necesidades básicas, comunes a toda la humanidad. Y lo hará de forma natural, asumiendo la implementación sin restricciones de los derechos fundamentales suscritos por los gobiernos representados en la Organización de las Naciones Unidas, la ONU. Se trata básicamente de derecho a la vivienda, a la alimentación, a la salud, a la educación, a la seguridad, a la igualdad y a la justicia. Estos derechos se complementan con los derechos humanos destinados a asegurar políticamente su efectividad y a constituir el autentico corazón de la cultura universal planetaria.

Incansablemente, en todos los países, los nuevos artistas abogan, unánimes, por la implementación sin restricciones de los derechos humanos, a todos los niveles de organización socio-política, individuales y colectivos, introduciendo asimismo estos conceptos en la cultura propia de su sociedad particular, facilitando así su confluencia con la cultura universal.

Esta es una importante tarea, fundamental, que resulta ardua y muchas veces incluso peligrosa para sus protagonistas. En efecto, a la aguda crisis que evidencia el estado actual del proceso de construcción de la sociedad planetaria, derivada del enfrentamiento sin cuartel entre dos bloques de países, principales protagonistas del consejo de seguridad de la ONU, se suma otro tipo de conflicto, que se ha venido a llamar "guerra cultural".


3 - UNA GUERRA CULTURAL A ESCALA PLANETARIA


Es evidente que el actual proceso de construcción de la sociedad planetaria resulta problemático, no solamente en el plano político-militar y económico-financiero sino también en el plano cultural. El abandono necesario de los postulados de la ideología nacionalista en sus interpretaciones mas extremas, afecta de lleno a las culturas particulares de carácter tradicionalista, en temas socialmente muy relevantes. De la misma manera afecta incluso a distintos conceptos de "civilizaciones", en particular las que se asocian a las diversas corrientes religiosas.

Sin embargo, los conflictos relacionados con la cultura, a diferencia de la mayoría de los conflicto militares o económico-financieros, se producen al interior mismo de cada una de las sociedades particulares, de cada cultura local. Esquemáticamente y políticamente, se definen en todas partes dos bandos enfrentados: los supuestos sectores progresistas, o "de izquierda", y los supuestos sectores conservadores, o "de derecha"

Los ejes fundamentales de esta guerra cultural son bien conocidos. Y realmente se pueden sintetizar en dos ámbitos esenciales

- El primero deriva por completo de posturas divergentes en relación con el principio de estricta igualdad entre todos los seres humanos. Este principio, que la ONU establece como derecho humano y que, por tanto, deben de  suscribir todos los gobiernos de los países miembros de la organización, choca frontalmente con el carácter patriarcal, los diversos conceptos clasistas y los reflejos racistas que impregnan a la practica totalidad de las culturas locales. 

A este respecto, conviene recordar que la distinción fundamental, en términos políticos, entre izquierda y derecha, desde la aparición de estos conceptos en la asamblea nacional constituyente francesa de 1789, radica precisamente en una visión divergente del principio de igualdad.

La postura de la derecha ha sido resumida irónicamente por la sentencia: "Todos somos iguales, pero algunos son mas iguales que otros".

A partir de ahí, sin embargo, no es raro descubrir, en todas las sociedades, personas que se definen políticamente de izquierda actuando, de hecho, en conformidad con este curioso concepto de igualdad... y viceversa, gente con supuesta ideología de derecha, abogando por una estricta igualdad de todas las personas. Así de confuso se presenta, en la actualidad, el panorama ideológico de la cultura política entre la población mundial. 

- El segundo ámbito de la guerra cultural tiene un componente mayor en todo lo que se deriva de la actual crisis climática que afecta el planeta, con especial incidencia en las perspectivas de futuro sostenible y que pone en entredicho los modelos de sociedad basados sobre la explotación sin limite de los recursos naturales. Desde hace décadas, la preocupación por la conservación del medio-ambiente alimenta intensos conflictos en el seno de todas las sociedades, enfrentando los movimientos de carácter ecologista con sectores vinculados a poderosos intereses económicos. En este campo también los protagonismos políticos se encuentran divididos, incluso en el mismo seno de las izquierdas como de las derechas.

Esa guerra cultural, que se produce a escala planetaria y dentro de cada sociedad, reviste diversas formas, en función de la realidad socio-política propia de cada país. Pero en todos ellos, hay un frente mayor que concierne directamente a la mitad, por lo menos, de la población mundial: las mujeres. En efecto, no hay mas remedio que hablar en primera instancia, de una realidad omnipresente y transcendental: la revolución feminista y sus derivadas.


3 - 1 LA REVOLUCIÓN FEMINISTA



La consecución de una igualdad real entre hombres y mujeres es el objetivo principal de la lucha feminista en el seno de todas las culturas. Después de la abolición de la esclavitud, de la lucha de clases que dio lugar a una expansión sin precedente de las clases medias, la lucha por la igualdad de los géneros es, en la actualidad, el motor principal de una revolución cultural a escala planetaria.

De ella se derivan varios conceptos, además de la igualdad de derechos con la población masculina. El derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo plantea el tema del aborto y del derecho a la vida. El derecho a la libertad sexual plantea la cuestión de los géneros sexuales y de los modelos familiares. Todos estos temas son de carácter cultural y alimentan largas controversias en las sociedades actuales y todos deben de abordarse desde la perspectiva firma de respecto a todos los derechos humanos.

El articulo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humano, del año 1948, reza lo siguiente: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros."

Y sin embargo, al día de hoy, la fraternidad dista mucho de reinar entre los seres humanos. Numerosos son todavía los países donde las mujeres no tienen los mismos derechos, ni gozan de las mismas libertades, ni de la misma dignidad, que la población masculina. Esta realidad es la que alimenta ostensiblemente la lucha feminista a nivel planetario. Y esta lucha se enmarca naturalmente dentro del desarrollo de la cultura universal, donde la esencial igualdad entre todos los seres humanos es irrenunciable. 

Esta igualdad, no solo se revindica para las mujeres, sino también para todas las minorías, étnicas, religiosas, sexuales y cualquier otro colectivo objeto de discriminación. Solo con la implantación de una cultura universal igualitaria estarán llamadas a desaparecer las victimas del racismo, del clasismo, de la xenofobia, de la violencia de género, del fanatismo religioso, del nacionalismo exacerbado, de la guerra y del odio.

Muchas, o quizás la totalidad, de las culturas que el feminismo tiene que combatir son consubstanciales con largas tradiciones religiosas, con su rica colección de costumbres, tradiciones, ritos, dogmas, reliquias y esplendidas obras de Arte. Es el caso, entre muchas otras,  de las 3 grandes religiones monoteístas que, desde su origen común, la famosa costilla de Adán, otorgan un papel secundario a la mujer. Y de hecho, los actuales países con regímenes políticos de marcado perfil religioso son los que mas severamente marginan a su población femenina. Esta realidad lleva a plantear el papel de las tradiciones religiosas en la cultura universal.


3 - 2 EL PAPEL DE LAS RELIGIONES EN LA CULTURA UNIVERSAL



No se puede hablar de cultura sin mencionar a las tradiciones religiosas que son uno de sus mayores pilares intelectuales y espirituales. Las religiones también determinan el concepto de civilización y han sido, a lo largo de la historia de la humanidad, las fuentes objetivas de numerosos conflictos sangrientos. Las pretensiones universales de sus respectivos credos los sitúan de nuevo en el corazón de la actual guerra cultural en curso, habitualmente como soporte de las posturas mas conservadoras, opuestas, entre otro, a una revolución feminista que acotan su autoridad y por tanto su capacidad de poder global.

Sin embargo la cultura universal no exige la desaparición de las manifestaciones culturales de carácter religioso sino, en todo caso, su necesaria actualización. Los principios de libertad e igualdad que asisten a todo ser humano, garanticen a cualquier creyente el derecho a vivir su vida guiándose por las normas que profese su particular credo. Lo que ya no puede seguir siendo de recibo, es que estas normas de carácter religioso sean impuestas, sin mas, a todos los miembros de una sociedad, compartan o no los postulados de una determinada fe. Este simple hecho es una violación flagrante de los derechos humanos.

En definitiva, la cultura universal remite las culturas religiosas al ámbito privado de las personas, como derecho inalienable a la libertad espiritual, y exige por tanto un trato en igualdad, de facto, entre todas las creencias de las personas, a nivel público e institucional. En este aspecto no puede haber privilegios o excepciones y menos, por tanto, discriminaciones, ni positiva, ni negativa.

En el aspecto individual, en una cultura universal basada sobre la igualdad real entre hombres y mujeres, nada impide por ejemplo, que, por propia voluntad y por convicción religiosa, una mujer decida someterse en todo, a los mandatos de su padre, de su pareja o de su marido. De la misma manera, el derecho fundamental a la libertad sexual incluye tanto el derecho a mantener cualquier tipo de relación sexual consentida, como a observar la mas estricta abstinencia o castidad.

Sobra decir que, en una cultura universal, los derechos que asisten a las personas les otorgan plena libertad para vestirse y alimentarse como les dé la gana, sin que ningún estamento religioso, ni político, pueda interferir, de ninguna manera, en sus decisiones al respecto. Estos derechos básicos, tan simples y de alguna manera tan obvios, disten mucho todavía de ser respectados, ni formalmente ni realmente, en muchas de las naciones que integran la ONU. De allí la existencia de esta guerra cultural candente a nivel planetario, de la que depende, en su esencia, el avenimiento de la cultura universal.


3 -3 El FRENTE DE LA NATURALEZA



La revolución protagonizada por los movimientos ecologistas es otro frente abierto de la guerra cultural. Viene espoleada por la actual crisis climática que es percibida con criterios dispares y antagónicos en todas las sociedades. En esencia, plantea sencillamente el tipo de relación que el ser humano establece con la naturaleza, el conjunto de un planeta que es su única morada. 

Hay una sentencia, que se suele atribuir a las culturas llamadas primitivas y afirma que: "la naturaleza no pertenece al ser humano sino que es el ser humano quien pertenece a la naturaleza". Claramente esta opinión es corroborada diariamente por los descubrimientos de la Ciencia, en todas sus ramas, y sustenta el pensamiento del movimiento ecologista. Ademas, la naturaleza es la fuente única de la totalidad del conocimiento humano.

La característica principal del ser humano es la de ser un ente soñante, capaz de modificar y transformar su entorno para unos fines determinados por su anhelo y voluntad. Son todos los elementos que conforman la litosfera, la hidrósfera, la atmósfera la biosfera, que el ser humano puede manipular a su antojo, para desarrollar su proyecto de vida, para realizar su particular sueño.

Es por tanto la totalidad de la naturaleza que se encuentra sometida a la actividad humana, individual y colectiva. Y esta actividad tiene consecuencias ineludibles en la salud física y mental de todos los seres vivos, para bien o para mal. Por esa razón está siendo regulada en el seno de cada sociedad, de manera muy dispar, por costumbres, leyes, reglamentos, permisos y prohibiciones. En este punto, es del todo preciso que los conocimientos que sustentan la regulación de esta incesante actividad sean rigurosamente verdaderos y acertados. En caso contrario es inevitable que muchos sueños, individuales o colectivos, se derivan en auténticas pesadillas, como atestiguan los innumerables desastres provocados por los seres humanos a lo largo de su historia. 

Para acertar en su frenética, incesante actividad, que se desarrolla en un entorno compartido con multitudes de seres vivos, el ser humano tiene que tener siempre presente los conceptos de armonía, de proporción y de correspondencia, los únicos que pueden asegurar el éxito de sus esfuerzos. Esta lección, fundamental para la educación de las nuevas generaciones, es  la inspiración principal de la actividad artística, propia de los que venimos llamando nuevos artistas.


4 - LOS NUEVOS ARTISTAS: PROTAGONISTAS DE LA CULTURA UNIVERSAL


Mucho ha ido variando, a lo largo de la historia, el significado de la palabra artista. Pero, en definitiva, siempre se ha referido a personas capaces de crear obras, objetos nuevos o situaciones, que hablan a los sentidos, incluyendo la mente, con el poder de procurar a la persona que las experimente, una nueva conciencia, visión y comprensión, del mundo que le rodea y de si-mismo.

Por eso, los artistas, por medio de sus obras y actos, han sido y siguen siendo, los protagonistas esenciales de cualquier cultura, tanto de carácter divino como pagano. Este hecho no constituye ningún privilegio, sino una tremenda responsabilidad, de la que el artista tiene que ser plenamente consciente. Si hablamos de nuevos artistas, es porque resulta evidente que muchos de las personas que, en todas las sociedades particulares, se revindican o son reconocidos como artistas, distan mucho de valorar plenamente cual es su esencial cometido.

La creatividad es una de las características esenciales de la actividad artística, aunque muchos artistas sean, de hecho, meros interpretes de obras creadas por otros. Como es sabido, muchas obras necesitan ser interpretadas para cumplir con su propósito. Así que las diversas disciplinas artísticas dan cabida a unas muy variadas clases de artistas, cada uno ejerciendo un papel determinado y desarrollando una actividad especifica. Ningunos de ellos pueden ser considerados como nuevos artistas si carecen de conciencia de la dimensión global, planetaria, de su labor.

Los nuevos artistas se sitúan en la primera linea de la guerra cultural en curso. Apoyan cada una de las luchas que se derivan de la reivindicación  de la igualdad sin excepciones entre todos los seres humanos. Apoyan la integración armónica del ser humano en la naturaleza, con un respecto exquisito a todo ser viviente, animal o vegetal. Apoyan la investigación científica, como fuente insustituible de conocimiento verdadero del conjunto el universo, con criterios muy claro respecto a las afirmaciones que son verdades comprobadas y las que no pasan de ser meras hipótesis de trabajo aún sin confirmar.

Los nuevos artistas sin embargo no consideran que la ciencia sea la única fuente de conocimiento valida para el ser humano. La naturaleza misma de su actividad creadora, del Arte, le permite valorar la importancia de la inspiración, de la intuición, de la meditación, de la contemplación, del trance místico y de una serie de experiencias muchas veces definidas como "para-normales".

Todas esas características, que constituyen la esencia de la actividad de los nuevos artistas, permiten diferenciarles claramente de los artistas que nuestra fundadora, la poeta y rapsoda MAAM, definía como adeptos de un Viejo Arte, vencido por la Soberbia, la Codicia, la  Envidia o la Ira. Vemos así que la guerra cultural en curso, que preludia la emergencia definitiva de la cultura universal, también tiene un frente abierto entre los propios artistas.

Finalmente, no albergamos dudas algunas respecto al desenlace final de esta guerra cultural en curso. La cultura universal que acabamos de esbozar terminara, tarde o temprano, por prevalecer sobre todas las culturas particulares existentes. Su avenimiento queda garantizado por la evolución constante del ser humano, enmarcada en el desarrollo imparable de una noosfera generadora de la consciencia universal que esta cultura universal evidentemente precisa.


Vincent J.M. Biarnès - 2025